miércoles, 23 de marzo de 2016

Un hombre joven estaba de compras en el supermercado....

, cuando notó que una viejecita lo siguió por todos lados.
Si él se paraba, ella se paraba al lado de él y, además, se quedaba mirándolo. Al fin, camino a la caja, ella se atrevió a hablarle y volteándose le dijo:
Espero que no lo haya hecho sentirse incomodo; es sólo que usted se parece mucho a mi hijo recién fallecido.
El joven con un nudo en la garganta, replicó que estaba todo bien, que no había problema.
La viejita entonces le dijo:
Joven, le quiero pedir algo poco común..
El joven le contestó diciéndole:
Dígame en que puedo ayudarla, señora.
La viejita le dijo que quería que le dijera “Adiós mamá” cuando se fuera del supermercado, y que esto la haría Muy feliz!
El joven sabiendo que seria un gesto que llenaría el corazón y el espíritu de la viejecita, accedió gustoso.
Entonces, mientras la viejita pasaba por la caja registradora se volteó y sonriendo, con la mano le dijo:
¡¡¡ADIÓS HIJO!!!’
Él, lleno de amor y ternura, le respondió efusivamente:
¡¡¡ADIÓS MAMA!!!’
El hombre, contento y satisfecho por que seguramente había traído un poco de alegría a la viejecita, continuó pagando sus compras.
Son $ 623,54 le dijo la cajera.
¿Cómo tanto si llevo sólo cinco cosas???
Y la cajera le dice:
Si, pero su MAMA dijo que usted pagaría por sus cosas también.

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