sábado, 11 de octubre de 2008

Cuestión de castidad....

Un cura recién ordenado se confiesa por primera vez con su obispo:
- Dime hijo mío, ¿qué tal has llevado los votos durante ésta, tu primera semana?.
- Verá eminencia, en cuanto a la pobreza he regalado mi hábito y me visto con uno que ya se había desechado, mis sandalias están rotas y llenas de agujeros y doy la mitad de mi comida a los pobres que vienen al comedor.
- Muy bien, hijo mío, muy bien, continúa.
- En cuanto a la obediencia hago cualquier cosa que me mande cualquier otro padre sin pensar en si es justo o adecuado, dando gracias al Señor por tener el privilegio de obedecer.
-Muy bien, hijo mío, excelente, excelente.
- Finalmente, eminencia, esta semana le hice el amor a 37 mujeres. El Obispo casi se cae de la silla y con los ojos desorbitados pregunta:
- Pero... ¡Hijo mío! ¡¿y el voto de castidad?!.
El curita, asustado y con cara de perplejidad responde:
- Pero... pero... ¿No era de CANTIDAD?.

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