El contable era sordomudo por eso fue admitido en la mafia, pues como no podía oír ni decir nada, en caso de una eventual detención y proceso, no podría actuar como testigo.
Cuando el jefe le fue a preguntar por los 10 millones, llevó consigo a su abogada, que conocía el lenguaje de las señales de los sordomudos.
El jefe pregunto al contable:
- ¿Dónde están los 10 millones que te llevaste?
La abogada, usando el lenguaje de las señales, le hizo llegar la pregunta al contable, que a su vez respondió con señales:
- Yo no he hurtado ese dinero, todo tiene una explicación…
La abogada lo tradujo para el jefe:
- El dice que no sabe de que le hablamos.
El mafioso sacó una pistola calibre 45 y apuntó a la cabeza del contable, gritando:
- ¡Pregúntale de nuevo!
La abogada, por señales, le dijo:
- Él te va a matar si no le cuentas dónde está el dinero.
El contable respondió con señales:
- No hay necesidad de usar esa pistola!! La transacción fue realizada para salvar los intereses de mi jefe ya que la policía estaba rastreando su cuenta bancaria… ---El dinero está en la caja fuerte de su propia mansión, la clave es 2285567.
El mafioso le preguntó a la abogada:
-¿Qué dice?
La abogada respondió:
-Dice que no tiene miedo de morir y que usted es un pobre infeliz que no es lo suficientemente hombre para apretar el gatillo...
Moraleja:
NUNCA CONFIES EN LOS ABOGADOS
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