martes, 3 de julio de 2007

MASCOTA

Erase una vez una señora que quería comprar un perico, va a la tienda de mascotas y el joven que la atiende le comenta que solo tiene un perico, pero que este había pertenecido a una señora que tenía un burdel, por lo cual su vocabulario era altamente prosaico. A la señora no le importo y dijo que lo educaría nuevamente. Llega a su casa y destapa la jaula y el perico comienza:
- Nueva casa, nueva madame...
La señora suelta una carcajada y espera ansiosa a que sus hijas lleguen de la escuela. El perico al verlas dice:
- Nueva casa, nueva madame, nuevas señoritas... Las hijas no pueden contener la risa y esperan a que su papa llegue para que vea al perico. Llega el papa a la hora de la comida y el perico dice:
- Nueva casa, nueva madame, nuevas señoritas, mismos clientes... hola Rafaaaaa!!!

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