Comenzó la música y un borrachito que estaba sentado vió a una señora de negro que estaba sentada al frente suyo.
Tambaleante se aproximó y dijo:
-Madame, ¿me permite el placer de esta danza?
-¡No! -dijo
-¿Por qué no? -preguntó el borracho sorprendido.
-Por cuatro motivos:
Primero: ¡usted está borracho!
Segundo: ¡Esto es un velatorio!
Tercero: ¡El Ave Maria no se baila!
Cuarto: ¡¡YO SOY EL CURA!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario