martes, 20 de mayo de 2008

HACIENDA

Un hombre fue citado para una investigación fiscal de Hacienda.
Asustado, le preguntó a su contable de qué manera vestirse.
Usa harapos, para que piensen que estás en la ruina, replicó el contable.
Cuando le preguntó a su abogado, éste le dijo exactamente lo contrario:
No dejes que te intimiden, usa tu mejor traje y corbata más elegante. Una buena presencia da credibilidad y ayudará a entablar una relación más amistosa con el inspector.
Confundido, el hombre decide preguntar a su mujer, le cuenta de los dos consejos opuestos y le pide su opinión.
Déjame contarte una historia -dice la señora
Cuando estaba a punto de casarme contigo, le pregunté a mi madre qué ponerme la noche de bodas y me dijo:
Ponte una bata pesada, de franela, que te llegue al cuello, ello hará que te respete.
Pero cuando le pregunté a mí mejor amiga, me dio otro consejo opuesto:
Ponte el negligé más pequeño que tengas, transparente y con un escote que te llegue hasta el ombligo, eso hará que te desee y afianzará vuestro amor.
El hombre protestó:
Pero mi amor, ¿qué tiene que ver eso con mis impuestos?
Pues que no importa como te vistas, te van a follar igual.

lunes, 19 de mayo de 2008



Querido esposo:



Te escribo esta carta para decirte que he decidido dejarte, por el bien de los dos. He sido una buena mujer para ti estos siete años, y sin embargo no puedo decir nada bueno que me haya tocado a mi. Estas dos últimas semanas han sido un infierno: Hoy, tu jefe me llamó para decirme que habías renunciado al trabajo y eso fue lo último que pude soportar. La semana pasada, viniste a casa y no mencionaste nada acerca de mi corte de pelo, ni del arreglo de mis uñas; cociné tu comida favorita y hasta estrené un nuevo camisón, pero tu, llegaste a casa, comiste en dos minutos y te fuiste directo a la cama después de ver el partido de fútbol. Ya nunca me dices que me amas y ni tan siquiera me acaricias. O me estás engañando con otra o ya no me quieres. De cualquier manera, me quiero ir y te abandono.



P.D. No trates de buscarme. Tu hermano y yo nos mudamos a Baracaldo juntos. Que te vaya bien



Tu Ex-esposa.



Querida Ex-esposa:



No sabes que alegría me ha causado recibir tu carta. Es verdad que tú y yo hemos estado casados 7 años, aunque eso no significa que hayas sido una buena mujer. Todo lo contrario. Verás... Yo veo tantos partidos de fútbol para tratar de ahogar el aburrimiento que me causan tus constantes quejas y malas actitudes. Que pena que no funcionó nuestro matrimonio, porque yo te amaba. Claro que noté que te habías cortado el pelo y la primera cosa que me vino a la cabeza fue: '¡¡¡Joder, si parece un hombre!!!'...pero mi madre me enseñó que si no puedo decir algo bueno de alguien, es mejor no decir nada. Cuando cocinaste mi plato favorito, debes haberme confundido con mi hermano, porque yo dejé de comer cerdo hace casi 7 años. Me fui a dormir cuando te pusiste ese camisón, porque la etiqueta con el precio todavía estaba pegada a la prenda y recé pidiendo que fuera coincidencia que mi hermano me pidiese prestados 50 euros esa misma mañana cuando la etiqueta marcaba 49,99. No obstante y como todavía te amaba, pensé que todavía podíamos resolver lo nuestro así, que cuando descubrí que había sido el único acertante de la loto de diez millones, renuncié a mi trabajo para tener todo el tiempo para ti y, además compré dos boletos para Jamaica. Pero cuando llegué a casa, tú ya te habías marchado. Todo ocurre por una buena razón, eso creo. Espero que tengas la vida que siempre deseaste. Mi abogado dice que gracias a la carta que me dejaste, no recibirás ni un céntimo, así que cuídate mucho.



P.D . Ah, no se si alguna vez te comenté esto antes, pero mi hermano,Carlos, cuando nació, se llamaba Carla. Confío en que esto no te será un problema.



Firmado, Rico y Libre!!!

domingo, 18 de mayo de 2008

El viejo y la ranita


Iba un viejito por el bosque cuando escuchó a sus pies una débil voz. Se agachó y descubrió que quien le hablaba era una ranita:

- Soy una princesa hermosa, erótica y sensual, diestra en todos los placeres de la carne y el amor. La reina mala, envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana, pero sí me das un beso, volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueden producir.

El viejito levanta la rana y se la echa en el bolsillo. Asoma la cabeza la ranita y le pregunta muy desconcertada:

- ¿Qué? ¿No me vas a besar?

- ¡No! -Respondió el viejecito. - A mi edad es más divertido tener una rana que habla, que una maniática sexual .